Las playas y las dunas del Carabassí forman parte de la orla costera del Cabo de Santa Pola. El actual sistema dunar se asienta sobre sucesivas dunas antiguas, ya fosilizadas, y hoy en día están parcialmente cubiertas de pinos.
La cercanía del Clot de Galvany confiere a este espacio una especial importancia ambiental desde el punto de vista educativo, puesto que es uno de los lugares donde mejor se puede apreciar la composición natural del litoral, con la secuencia: playas – dunas – saladares – marjales.Las playas y el complejo dunar de Arenales – l’Altet conforman un paisaje único en el Sur de la Comunidad Valenciana, ya que suponen una de las escasas representaciones en nuestro país del complejo funcionamiento de la génesis dunar. Se pueden observar dunas embrionarias, móviles, semifijas, fijas, e incluso grandes dunas fósiles.
Están asociadas, tierra adentro, con saladares y zonas húmedas como son el Fondet de la Senieta y Agua Amarga, está última situada entre los municipios de Elche y Alicante.Este tramo de costa está dentro del funcionamiento litoral del tramo Sur de la Bahía de Alicante (playa de San Gabriel – Cabo de Santa Pola), en el que los aportes fundamentales provienen de los barrancos de Agua Amarga y de Las Ovejas, situados al Norte de las dunas. Son colectores hídricos de comportamiento ocasional, que sólo funcionan en momentos de lluvias torrenciales, pero que al drenar territorios de materiales impermeables y laderas deforestadas, cuando entran en funcionamiento aportan gran cantidad de material aluvial a la dinámica litoral.
La deriva litoral dominante, Norte – Sur, hace que los aportes sean constantes en el tiempo, provocando un aumento periódico de las playas y los sistemas dunares.Las playas y dunas de Elche tienen una importancia ambiental singular. Las condiciones especiales del sustrato dunar (movilidad, granulometría, aridez, etc.) explican la existencia de una formación vegetal peculiar, denominada psammófila, con especies como el Barrón, la Bufalaga, el Cardo de Mar o el Lirio de Mar. En las zonas repobladas de La Marina se encuentran especies introducidas por el hombre a principios del siglo XX, como la Pita, los pinos (piñonero o carrasco) o los eucaliptos.
Desde el punto de vista faunístico, en las playas destacan las aves, como el Ostrero, los chorlitejos, el Vuelvepiedras o las gaviotas. En las dunas pueden observarse otras como el Alcaraván, las terreras, el Colirrojo Tizón o el Pardillo Común.
Los reptiles forman el grupo más representativo, con saurios como la Lagartija Colirroja, la Lagartija Colilarga, el Lagarto Ocelado o la Salamanquesa Común, y con ofidios como la Culebra de Escalera o la Culebra Bastarda. También hay muchos insectos, con los que hay que tener cuidado para no pisarlos en nuestras visitas a estos ecosistemas.